11 de enero de 2021

A nada de regresar...

Estoy considerando seriamente reactivar este blog...

21 de noviembre de 2011

Imágenes de Twitter

¿Como se ve Twitter?

Hasta hace poco, esta pregunta no podía responderse. Ya no. Recientemente, Strange Maps, blog de Big Think, publicó unas imágenes muy interesantes usando información de Twitter.

Con ayuda de un software especializado, las imágenes identifican el lugar físico donde está twitteando la gente, así como el idioma en el que lo están haciendo. Abajo, por ejemplo, la imagen proveniente de Europa.




Otras imágenes, aquí en la entrada original.

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17 de noviembre de 2011

Superioridad cultural

Pew Research Center presentó The American-Western European Values Gap en donde compara los resultados de encuestas de valores en Estados Unidos y algunos países europeos. Aquí lo encuentras.

Entre los distintos temas que analiza, la percepción que tiene la ciudadanía en estos países sobre la 'superioridad cultural' de su país. De los cinco países encuestados (Estados Unidos, Alemania, España, Gran Bretaña y Francia), Francia es quien reporta un mayor número de personas respondiendo "si" a la pregunta "Our people are not perfect but our culture is superior to others": el 73% respondió afirmativamente mientras que el 27% no está de acuerdo.

Aquí un extracto del estudio:
  • About half of Americans (49%) and Germans (47%) agree with the statement, “Our people are not perfect, but our culture is superior to others;” 44% in Spain share this view. In Britain and France, only about a third or fewer (32% and 27%, respectively) think their culture is better than others.
  • While opinions about cultural superiority have remained relatively stable over the years in the four Western European countries surveyed, Americans are now far less likely to say that their culture is better than others; six-in-ten Americans held this belief in 2002 and 55% did so in 2007. Belief in cultural superiority has declined among Americans across age, gender and education groups.
  • As in past surveys, older Americans remain far more inclined than younger ones to believe that their culture is better than others. Six-in-ten Americans ages 50 or older share this view, while 34% disagree; those younger than 30 hold the opposite view, with just 37% saying American culture is superior and 61% saying it is not. Opinions are more divided among those ages 30 to 49; 44% in this group see American culture as superior and 50% do not.
  • Similar age gaps are not as common in the Western European countries surveyed, with the exception of Spain, where majorities of older respondents, but not among younger ones, also think their culture is better than others; 55% of those ages 50 or older say this is the case, compared with 34% of those ages 30 to 49 and 39% of those younger than 30.
  • As is the case on other measures, opinions about cultural superiority vary considerably by educational attainment. In the four Western European countries and in the U.S., those who did not graduate from college are more likely than those who did to agree that their culture is superior, even if their people are not perfect. For example, Germans with less education are twice as likely as those with a college degree to believe their culture is superior (50% vs. 25%); double-digit differences are also present in France (20 percentage points), Spain (18 points) and Britain (11 points), while a less pronounced gap is evident in the U.S. (9 points).
  • Finally, among Americans and Germans, political conservative are especially likely to believe their culture is superior to others. In the U.S., 63% of conservatives take this view, compared with 45% of moderates and just 34% of liberals. Similarly, a majority (55%) of right-wing Germans see their culture as superior, while 47% of moderates and 34% of those on the political left agree.
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16 de noviembre de 2011

Veinte segundos es suficiente para saber si puedes confiar en un extraño

Science Daily publica un artículo interesante sobre extraños y primeras impresiones.

Con base en estudios realizados en la Universidad de California, Berkeley, es posible identificar en veinte segundos si un extraño está genéticamente inclinado a ser compasivo y sincero. Aquí lo que menciona el artículo sobre la metodología:

Two dozen couples participated in the UC Berkeley study, and each provided DNA samples. Researchers then documented the couples as they talked about times when they had suffered. Video was recorded only of the partners as they took turns listening.

A separate group of observers who did not know the couples were shown 20-second video clips of the listeners and asked to rate which seemed most trustworthy, kind and compassionate, based on their facial expressions and body language.

The listeners who got the highest ratings for empathy, it turned out, possess a particular variation of the oxytocin receptor gene known as the GG genotype...

... Widely known as the "cuddle" or "love" hormone, oxytocin is secreted into the bloodstream and the brain, where it promotes social interaction, bonding and romantic love, among other functions.


Aquí el artículo.


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14 de noviembre de 2011

Sobre los valores y la riqueza

Tyler Cowen, profesor de George Mason University, en su columna en el New York Times (publicada el 12 de noviembre) retoma algunas de las banderas o temas que ha puesto sobre la mesa el movimiento Occupy Wall Street y reflexiona sobre las distintas maneras de generar riqueza.

En su artículo, comienza señalando cual es su visión sobre la generación de riqueza y el papel que juegan los emprendedores.

The United States has always had a culture with a high regard for those able to rise from poverty to riches. It has had a strong work ethic and entrepreneurial spirit and has attracted ambitious immigrants, many of whom were drawn here by the possibility of acquiring wealth.

... In short, the traditional, pro-wealth cultural vision has a great appeal for me. But I must admit that it is showing some wear and tear, which may partly be why the criticisms made by the demonstrators at Zuccotti Park have so much resonance.


Más adelante, menciona los problemas o dudas que tiene sobre su posición.

The first problem is that higher status for the wealthy can easily lead to crony capitalism...

The second problem is that many conservatives have become so attached to their cultural vision that they have ceded sound, technocratic reasoning to the left and center...

The third problem is that the pro-wealth cultural vision may be overly optimistic about human willingness to embrace the idea of responsibility...


Aquí su editorial.

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25 de octubre de 2011

¿Nos dicen algo los precios de la marihuana en EUA sobre el flujo esta sustancia prohibida desde México?

Aquí las notas de mi comentario de radio en IMER en el programa que conduce Mario Campos. Las opiniones y errores son atribuibles exclusivamente a mi persona. El comentario se transmitió en vivo el martes 25 de octubre a las 7:40 AM.



La semana pasada, una prestigiada revista norteamericana The Atlantic Cities, publicó un estudio que muestra el diferencial de precios que pagan los consumidores de marihuana en los Estados Unidos. El documento (The Geography of Weed) también analiza las razones o los factores que podrían explicar estas diferencias.

Este tipo de estudios son complicados porque, como sabemos, no existe mucha información sobre mercados negros que, por definición, son ilegales y clandestinos. ¿Cómo obtuvieron los investigadores los precios de la marihuana? Con una página electrónica que permite a los compradores de esta sustancia reportar el precio, la cantidad, la calidad y el lugar físico donde adquirieron el producto. La base de datos incluye más de 16,500 entradas y reporta precios en más de 2,300 ciudades norteamericanas.

Según el estudio, en los Estados Unidos, una onza (28 gramos) de marihuana cuesta, en promedio, $377 dólares. Pero uno de los aspectos interesantes es que la base de datos documenta las diferencias regionales en el precio de esta sustancia. En términos generales, en el noroeste norteamericano, la marihuana es relativamente más barata y conforme nos movemos hacia el este, tiende a subir de precio.

El mapa muestra las diferencias (entre más verde, más barata es la marihuana; más amarillo, más cara):




En concreto, es en el estado de Oregon, en el noroeste norteamericano, donde esta sustancia tiende a costar menos. Según la información, una onza de alta calidad en ese lugar cuesta, en promedio, $256 dólares. Por el otro lado, en el estado de Delaware, del otro lado de los Estados Unidos, en el noreste, al sur de Pennsylvania, es donde cuesta más la marihuana ($450 dólares por onza, casi un 90 por ciento más que en Oregon). Una diferencia importante.

¿Que explica las diferencias? El estudio identifica algunos factores.

Según los investigadores, el principal factor que explica la diferencia es la distancia de los centros de producción. En otras palabras, entre mayor sea la distancia que sea transportada la droga, mayor es el precio. Esto no debe sorprender porque hay costos de transportación y un riesgo asociado a esta actividad y el precio simplemente está reflejando esta realidad. En este sentido, las sustancias prohibidas se comportan con la misma lógica que, digamos, los bienes en la economía formal: entre más cerca estás de la fuente, más bajo es el precio.

Los investigadores también encuentran que los precios de la marihuana tienden a ser más bajos en los estados en donde hay programas médicos que autorizan su consumo y, en gran medida, una parte sustantiva de la demanda se satisface legalmente.

A diferencia de lo que estaríamos tentados a pensar, el análisis de la información sugiere que el ingreso no se relaciona con el precio. En otras palabras, no parece ser cierto que entre mayor sea el ingreso en una zona geográfica, habrá un aumento en el consumo y el precio.

El estudio es interesante y de la base de datos se podrían desprender otras hipótesis o líneas de investigación, como la que a continuación sugeriré.

El día de ayer el diario norteamericano The Washington Post publicó en su primera plana una nota señalando que la producción de marihuana en México estaba llegando a record históricos. Aquí lo encuentras.

Según el artículo, las fuerzas armadas que, anteriormente erradicaban estos cultivos, ahora están concentradas en combatir al crimen organizado principalmente en centros urbanos. Además de criticar veladamente la estrategia del gobierno federal, el artículo argumenta que un efecto no deseado de esta política ha sido el aumento de la producción de marihuana en México y una mayor oferta en los Estados Unidos.

Con base en la información del estudio que detallé anteriormente, ¿es cierto lo que sugiere el diario norteamericano? No parece ser así.

Si lo que dice el artículo, citando fuentes del gobierno norteamericano, fuera correcto, me parecería que el precio de la marihuana en el sur de los Estados Unidos, es decir en la frontera con México, tendría que ser relativamente más bajo. Recordemos que el principal factor que parece explicar el diferencial de los precios de este producto es la cercanía a la fuente de producción.

Si vemos la información del mercado, que es información real, en un mapa, esto no parece estar sucediendo y seguramente no en la magnitud que sugiere el artículo. En Texas y California, los precios son relativamente más altos que en otras partes de Estados Unidos y ciertamente mucho más elevados que en el noroeste norteamericano.

Si hay un dato interesante, en una franja de Arizona y Nuevo México, los precios tienden a ser más bajos lo que podría sugerir que, en ese lugar y dada su cercanía con México, podría estar entrando una cantidad importante de marihuana a los Estados Unidos generando, en esos mercados locales, precios más bajos. Una hipótesis que, como dicen los académicos, requiere mayor investigación.

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4 de octubre de 2011

Informe 2011 del Indice de Libertad Económica

Aquí las notas de mi comentario de radio en IMER en el programa que conduce Mario Campos. Las opiniones y errores son atribuibles exclusivamente a mi persona. El comentario se transmitió en vivo el martes 4 de octubre a las 7:40 AM.



Hace varios días se presentó el Informe 2011 del Índice de Libertad Económica. El estudio mide el grado en que las políticas públicas e instituciones apoyan la libertad económica. El índice reporta 42 parámetros para 141 países. Es un reporte muy exhaustivo y, en mi opinión, una referencia obligada quienes están interesados en comprender como se genera crecimiento económico.

¿Qué es la libertad económica?

Entre mayor sea el puntaje que recibe un país en el índice, significa que la iniciativa privada es la principal fuente de bienes y servicios y que el marco institucional protege a las personas y sus propiedades bien habidas. Por el contrario, las economías con menor libertad económica son aquellas en donde la iniciativa privada tiene poca vitalidad y el gobierno ocupa –digamos, el espacio económico. En estos países, el marco institucional no protege adecuadamente los derechos de propiedad.

En las economías más libres, hay menos restricciones a la actividad empresarial y este ambiente genera crecimiento porque los emprendedores están dispuestos a tomar riesgos en inversiones productivas pues perciben oportunidades para satisfacer necesidades del mercado y deciden ponerlas en práctica.

¿Cuáles son los principales hallazgos del índice? Destaco unos cuantos.

• Entre mayor sea la libertad económica, mejor la calidad de vida. Las naciones en el cuartil superior de libertad económica (es decir, el 25% más libres) reportan un ingreso per cápita de $31,502 dólares en 2009; en las economías en el cuartil inferior el PIB por persona es de $4,545 dólares.

• La libertad económica se correlaciona robustamente con indicadores no monetarios vinculados al desarrollo. Por ejemplo, la esperanza de vida es de 79 años en el cuartil superior comparado con 61 años en el cuartil inferior.

• Después de prácticamente dos décadas de mayor libertad económica en el mundo, del 2007 al 2009, este indicador experimentó un ligero retroceso (de 6.67 a 6.64)

• Hong Kong sigue siendo la economía más libre del mundo. De un total de 10 puntos, su calificación es de 9.01. Hong Kong es lo más cercano que tenemos a un ‘milagro económico’ y, desde el punto de vista académico, es un caso muy interesante. A principios del siglo pasado Hong Kong era un territorio desolado y ahora es un imán de actividad económica. Su progreso se explica por una serie de políticas que fortalecen la libertad comercial, baja inflación y la presencia de un Estado fuerte y limitado.

• Estados Unidos, la economía más grande del mundo, reporta una caída en su calificación y ahora se ubica en la décima posición. Durante los primeros veinte años del estudio, nuestro vecino del norte ocupaba normalmente la segunda o tercera posición. Desde hace cinco años, poco a poco ha ido cayendo en el ranking.


¿Qué nos dice el índice de la economía mexicana?

• Nuestro país descendió siete posiciones y pasó del lugar 68 en 2007 al lugar 75 en el 2009. Según el índice, durante ese lapso aumentó el tamaño del gobierno y, como sabemos, esto implica una mayor extracción de recursos, de impuestos, del sector privado.

• Pero esto no es lo más grave. Nuestro mayor problema lo tenemos en nuestra estructura jurídica. Por ejemplo, el 'integridad del sistema jurídico' la calificación es de 3.33 (sobre 10); imparcialidad de los tribunales (3.74), independencia del poder judicial (3.69). En resumen, nuestro estado de derecho es muy débil y existe la percepción de que favorece, indebidamente, a quienes pueden lograr influir en el.

• Vale la pena señalar que nuestras mejores calificaciones tienen que ver con la regulación del crédito y la fortaleza del sector financiero.


El estudio identifica claramente cuál es la tarea que tenemos pendiente en México.

Nuestro mayor problema es la estructura jurídica y la debilidad del Estado de derecho. La actividad económica se basa en contratos y si el sistema judicial (en particular los tribunales locales) no respalda el cumplimiento de los mismos, repito, se reducen los incentivos para que los emprendedores tomen riesgos y generen empleos. La sociedad prospera si es el estado de derecho, el respeto a la ley y la cultura de la legalidad, son fuertes.

Para concluir, la prosperidad es resultado de, por lo menos, dos condiciones. Primero, que los escasos recursos de una sociedad sean utilizados de la manera más eficiente en la producción de bienes y servicios (esta es la esencia de la actividad económica privada); segundo, que exista un dinamismo que despierte y desarrolle el espíritu emprendedor de las personas. En todas partes, los emprendedores tienen aspiraciones, habilidades y las mejores ideas para elevar sus condiciones de vida y las de su entorno. La función económica del gobierno es proteger esta aspiración.

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27 de septiembre de 2011

La regla Buffet

Aquí las notas de mi comentario de radio en IMER en el programa que conduce Mario Campos. Las opiniones y errores son atribuibles exclusivamente a mi persona. El comentario se transmitió en vivo el martes 27 de septiembre a las 7:40 AM.



La semana pasada, en el marco de su propuesta para reactivar la economía norteamericana y reducir, al mismo tiempo, el déficit público en los Estados Unidos, el Presidente Barack Obama presentó una medida impositiva que ha acaparado la atención de la opinión pública.

Obama propone que las tasas de impuestos de quienes generan más de un millón de dólares anuales no sean menores que las tasas que paga la clase media. Esta regla se le conoce coloquialmente como “the Buffett rule”, en honor a Warren Buffett, uno de los inversionistas más exitosos del mundo, quien hace un par de semanas escribió en un editorial en el New York Times cuestionando la lógica del sistema fiscal porque le parece injusto que el pague una tasa de impuestos inferior a la tasa que le aplica a su secretaria.

La regla Buffett suena bien pero, como ya han señalado algunos analistas, el análisis de Buffet está construido sobre supuestos que no aplican a la gran mayoría de los millonarios en los Estados Unidos.

Warren Buffett paga una menor tasa porque la mayor parte de su ingreso es por dividendos y este tipo de ingreso paga, por ley, menos impuestos (aproximadamente una tasa del 15%). Buffett recibe un salario que, dados sus ingresos por dividendos, es relativamente bajo, y por su sueldo si paga aproximadamente el doble (29% ciento). Si su ingreso por dividendos fuera menor y su salario mayor, aumentaría considerablemente la tasa real de impuestos que paga. La gran mayoría de los directivos de empresas reciben la mayor parte de su ingreso via salario y bonos de desempeño y no por dividendos. Para ellos la tasa de impuestos es mucho más alta. La realidad fiscal de Buffet es atípica y no aplica inclusive para quienes más ingresos generan.

¿Cuál ha sido la respuesta de la principal oposición? Dos críticas principalmente. La primera es que es un error aumentar impuestos en un momento de desaceleración económica y la segunda es que la propuesta, al menos como está planteanda, busca generar una guerra de clases y dividir al país en ‘pobres’ y ‘ricos’.

Dado que la propuesta tiene un fin recaudatorio, vale la pena preguntarnos si resolverá el problema del enorme déficit fiscal.

Los estudios que he tenido oportunidad de leer sugieren que aumentar la recaudación por esta vía generaría recursos pero no los suficientes. Tendría mucho más lógica, establecer una tasa única para toda la población y acompañar la medida con recortes del gasto público.

La discusión fiscal será muy interesante y le seguiremos la pista, pero si es importante hacernos una pregunta de fondo.

¿Es el sistema fiscal un mecanismo adecuado para redistribuir ingreso para reducir las diferencias entre quienes más ingresos generan y menos? ¿Podemos 'hacer justicia' a través del cobro de impuestos?

La respuesta es cercana al no y un ejemplo muy sencillo ilustra las complejidades de querer reducir desigualdades a través del cobreo (o pago) de impuestos.

Imaginemos una economía con dos personas (Juan y Silvia) y un solo servicio público (consumo de agua). Juan gana $10,000 pesos mensuales y Silvia el doble ($20,000). Al mismo tiempo, Juan consume 100 litros de agua al mes y Silvia, por su parte, consume la mitad, 50 litros al mes.

¿Quién debe pagar más? Juan tiene menos ingresos pero consume el doble; Silvia tiene mayores ingresos pero consume menos. ¿Qué es lo justo? ¿Cobrarle más a Silvia porque gana más aunque consuma menos? ¿Cobrarle a Juan que gana menos pero consume más? Obviamente no hay una respuesta correcta y si aceptamos que, en la vida real, el sistema fiscal incluye a millones de personas con distintas realidades entenderemos porque es muy difícil hacer justicia mediante sistema fiscal.

Uno de los principios básicos de un sistema fiscal es la suficiencia presupuestal, es decir, que la recaudación de impuestos sea la suficiente para pagar los gastos públicos que el electorado desea y no tener que recurrir a fuentes de financiamiento menos convenientes (como la inflación y la deuda). Si el electorado quiere más servicios, tiene que aportar más recursos; si quiere pagar poco, debe aceptar que el menú bienes y servicios es más reducido.

Si en Estados Unidos, u otro país, se quiere reducir la desigualdad o hacer justicia, no es mediante el cobro de impuestos. Un mejor camino es la provisión de algunos bienes y servicios públicos (por ejemplo, educación, salud). Estos son instrumentos más adecuados para reducir las brechas y, sobre todo, generar oportunidades de desarrollo y progreso a quienes menos tienen.

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20 de septiembre de 2011

La pobreza en los Estados Unidos

Aquí las notas de mi comentario de radio en IMER en el programa que conduce Mario Campos. Las opiniones y errores son atribuibles exclusivamente a mi persona. El comentario se transmitió en vivo el martes 20 de septiembre a las 7:40 AM.



La semana pasada, la oficina del Censo de los Estados Unidos presentó un reporte del ingreso de las familias y los índices de pobreza en ese país. La información es preocupante. Según la dependencia, tan solo en un año, la pobreza aumentó más de dos millones y medio de personas. En total, se estima que más de cuarenta y seis millones tienen esta condición económica, la mayor cantidad en la historia norteamericana. En términos porcentuales, representa el 15 por ciento de la población.

Para algunos grupos poblacionales en específico, la situación es muy preocupante.

Por ejemplo, la población afroamericana reporta índices de pobreza altos y crecientes: mientras que en 2009, el 25 por ciento de este grupo se ubicó por debajo de la línea de la pobreza; para el año pasado pasó al 27 por ciento. Entre los hispanos, la situación no es muy distinta. De 2009 a 2011, el nivel de pobreza pasó del 25 al 26 por ciento de la población.

En los últimos cinco años hemos visto una disminución en el ingreso de las familias. Antes de la crisis económica, la mediana del ingreso rebasaba los $52,000 dólares anuales. En estos días, la mediana se ubica en $49,400 dólares. Una disminución equivalente al 5 por ciento.

Si vemos los datos por edades, todos los grupos presentan una reducción del ingreso. No obstante, los más golpeados son las personas entre 15 y 24 años de edad. Tan solo en los últimos 24 meses, su ingreso disminuyó 9.3 por ciento.

Estos son unos cuantos datos del reporte que es público y que nos permite observar el nivel de estrés económico de las familias norteamericanas, en particular la clase media.

¿Cuál es el factor más relevante que explica el aumento de la pobreza en estos meses? Para mí, no hay duda, el principal responsable es el desempleo.

El reporte de la oficina del censo ya se politizó y ambos partidos lo han utilizado para defender sus posiciones y criticar a su oposición. Seguramente, a lo largo de los próximos quince meses, hasta las elecciones presidenciales, esta dinámica continuará y el documento será ampliamente citado.

Si revisamos los índices de pobreza en los Estados Unidos desde una perspectiva histórica encontraremos algo muy interesante.

Después de la segunda guerra mundial y hasta finales de la década de los sesenta, el nivel de pobreza disminuyó constantemente. Pasó de 35 por ciento de la población en 1950 a 11 por ciento para 1969. Sin duda, un impresionante logro. Pero, después de ese año y hasta nuestros días, observamos que la población en condiciones de pobreza se ha mantenido y ha fluctuado entre el 12 y 15 por ciento de la población.

¿Qué pasó? ¿Por qué si los Estados Unidos venían incorporando a millones de personas a la clase media, ya no lo han logrado?

La respuesta es controvertida: podríamos estar ante un efecto no anticipado y una consecuencia no deseada del marco de políticas públicas, y en particular de los programas sociales.
En 1969, el presidente Lyndon Johnson inició su llamado “guerra contra la pobreza” y desde entonces, todos los gobiernos han mantenido, con otros nombres, los programas sociales. En términos presupuestales, los programas han crecido enormemente pero, y esto es lo paradójico, los índices de pobreza se han mantenido.

¿Qué podría estar pasando? Una hipótesis es que progreso económico de algunos se ha estancado porque los programas han entrampado a miles de personas en un círculo de dependencia del cual es muy difícil escapar. Estas son malas noticias para las personas que dependen de estos apoyos. Pero también es una pésima noticia para el contribuyente.

El gobierno federal norteamericano ha gastado millones de millones de dólares durante este tiempo y es difícil contradecir a quienes argumentan que esto no ha mejorado las condiciones de vida. Además, el presupuesto público ha generado ya clientelas y grupos influyentes que dependen de estos recursos y que complican, dejen ustedes desaparecerlos, tan solo modificarlos.

Para concluir, esta breve reflexión sobre la pobreza en Estados Unidos también recuerda que la mejor manera de elevar los niveles de vida es generando crecimiento económico. La política social es limitada y, todo indica, que no es el mecanismo idóneo para ayudar a los que menos ingresos generan. La mejor política social es una política económica que fomente la actividad económica en el sector privado porque ahí se generan los empleos. En otros países, incluido el nuestro, algo similar podría estar sucediendo y valdría la pena hacer un análisis similar.

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7 de septiembre de 2011

El futuro

Probablemente se han dado cuenta que Espacio Contraintuitivo ha tenido una menor actividad en las últimas semanas.

Ofrezco una disculpa a mis lectores y les agradezco que, a pesar de esa circunstancia, han seguido al pie del cañon. Desafortunadamente, para efectos del blog, esta tónica se mantendrá porque estoy iniciando nuevos proyectos, entre ellos, la publicación de un libro y la preparación de otro sitio de internet especializado en políticas públicas. Por ello, en Espacio Contraintuitivo ya no subiré nuevo material excepto mis columnas y/o escritos periodísticos que, como saben, son ocasionales.

Gracias por leer el blog. Lo mantendré arriba porque hay información interesante y ha sido una gratísima experiencia que me ha servido mucho, hasta para enviar mensajes a quien más ha importado en mi vida.

Vía Twitter, estoy en @pepeloyola.

Si desean enviarme algún correo electrónico pueden hacerlo a jose.loyola@udlap.mx

Hasta pronto.

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6 de septiembre de 2011

Libia, petróleo y la 'maldición de los recursos'

Aquí las notas de mi comentario de radio en IMER en el programa que conduce Mario Campos. En esta ocasión, el comentario se basa en el programa de Planet Money que mencioné ayer. Las opiniones y errores son atribuibles exclusivamente a mi persona. El comentario se transmitió en vivo el martes 6 de septiembre a las 7:40 AM.


En las últimas semanas, la guerra civil en Libia ha sido un asunto de interés de la agenda internacional. Si bien todavía no se encuentra a Gaddafi, su régimen de gobierno, después de cuatro décadas, ya terminó.

Existen muchas preguntas sobre lo que vendrá, incluyendo la capacidad de las nuevas autoridades para gobernar. Otra de las interrogantes se relaciona con las vastas reservas petroleras que poseen y el uso que podrían darles. Libia es el principal productor de crudo del continente africano y genera cerca del 3 por ciento de la producción mundial.

Además de ser actual, el tema es interesante porque nos permite reflexionar sobre los efectos, por lo general perniciosos, que genera la abundancia de recursos naturales.

Suena paradójico porque cuando uno escucha que un país tiene grandes reservas de recursos naturales, la primera reacción es pensar que sus habitantes son afortunados y que los recursos podrían ser una palanca del desarrollo. Pero, la experiencia, desafortunadamente, muestran que la gran mayoría de los países con recursos naturales tiene niveles de desarrollo relativamente bajos. Un análisis más profundo nos permite reconocer que la abundancia de recursos se vincula a una serie de patologías de política pública. Esta paradoja se le conoce como la maldición del recurso.

¿Cuáles son estas patologías?

La más importante es que los recursos naturales generan enormes cantidades de dinero y muchas veces esto lleva a una corrupción sistemática no únicamente en la industria sino también en el sistema político. Los recursos que provienen de esta fuente no tiene vínculos sólidos de rendición de cuentas entre autoridades y ciudadanos y se usan para beneficiar a los grupos de interés cercanos al poder.

Entonces, la pregunta ¿que debería hacer Libia para escapar la llamada ‘maldición del recurso’?

Probablemente la mejor opción es retomar reglas y procedimientos de uno de los pocos países que logró escaparse de la maldición: Noruega.

¿Qué lecciones ofrece Noruega? ¿Qué hicieron ellos para no presentar las patologías que muestran todos los países con abundantes recursos naturales?

Son varias lecciones y todas tienen que ver con las restricciones que el sistema legal y el consenso político han impuesto a todos los actores relevantes, particularmente la industria petrolera y la clase política.

Por ejemplo, por ley, a pesar de que tiene grandes reservas, Noruega limita fuertemente el número de licencias de perforación que autoriza anualmente. Esto, a pesar de la presión que, en su momento, ejercieron las empresas petroleras. En muchos países, cuando hay petróleo, la política es perforar y perforar; en Noruega, esta actividad está muy limitada. Se busca que el recurso dure muchas décadas.

La segunda lección es que las autoridades no usan el dinero producto de la venta de petróleo en programas públicos. Es decir, el ingreso petrolero no se destina a programas sociales, carreteras, escuelas, gimnasios, estadios, por mencionar algunos ejemplos.

¿Qué hacen con el dinero? Originalmente, en los setenta, lo reinvirtieron en la propia industria petrolera y así desarrollar nuevas tecnologías o mejorar las técnicas de exploración. A partir de los noventa, cuando ya no era necesario destinarlo a esos fines, decidieron guardar el dinero en un fondo de ahorro. El gobierno únicamente tiene acceso a los intereses que genera el fondo. La bolsa equivale a aproximadamente $100 mil dólares por cada noruego.

Una última lección es que existe un consenso político que el uso del dinero que resulte de la venta de petróleo, no es tema de campañas electorales. No se politiza con el petróleo.

Ahora, ¿se pueden aplicar estos mismos principios en otros países? Esa es la gran pregunta. Sin duda hay lecciones para Libia. Ese país tiene una oportunidad de rediseñar el marco institucional y, de esta manera, logre apartarse de la llamada ‘maldición de recurso’. Se antoja difícil, pero no tenemos porqué ser pesimistas. Lo que sí es un hecho es que bien harían es inspirarse en estos principios del modelo noruego.

Ya para terminar, es difícil evitar contrastar el modelo noruego con el modelo que hemos diseñado en México. Conociendo los elementos del modelo noruego es más claro entender porque, para nosotros, el petróleo no ha sido una herramienta de progreso. Peor aún, el acceso a reservas abundantes de crudo limita ha limitado la competitividad del país. Por ejemplo, la facilidad para obtener ingresos petroleros desincentiva el diseño de un sistema fiscal que genere suficientes recursos y un ambiente de negocios más competitivo.

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5 de septiembre de 2011

Norway has advice for Libya

Extraordinario programa de Planet Money sobre la asesoría que Noruega podría darle a Libia.

El día de mañana comentaré el programa en mi columna de radio.

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30 de agosto de 2011

Yo no cambié. El mundo cambió.

La frase es de Dick Cheney, exvicepresidente de los Estados Unidos, a propósito del 11 de septiembre del 2011.

Aquí un artículo basado en la entrevista que el Wall Street Journal al exfuncionario público a propósito de su libro In My Time: A Personal and Political Memoir que ya salió a la venta y ocupa el primer lugar en la lista de Amazon.

El libro es una defensa de sus posicionamientos y contiene muchos pasajes que lo hacen muy interesante. Aquí, por ejemplo, un extracto del artículo del WSJ donde menciona los comentarios del Vicepresidente en relación a un acuerdo que estaba negociando Condoleeza Rice, exsecretaria de Estado.

In 2006, Secretary of State Rice and her assistant secretary, Christopher Hill, decided to engage North Korea bilaterally, stepping away from the six-party regional talks that had been President Bush's policy until then. "Hill and Rice," Mr. Cheney writes, "made concession after concession to the North Koreans and turned a blind eye to their misdeeds." Mr. Cheney's characterization of Secretary Rice's description of the proposed agreement as "utterly misleading" may be the memoir's strongest single statement.

Subsequently, on Oct. 10, 2008, Mr. Bush agreed as part of this process to let Ms. Rice remove North Korea from the State Department's list of terror-sponsoring states. Mr. Cheney writes: "It was a sad moment, because it seemed to be a repudiation of the Bush Doctrine and a reversal of so much of what we had accomplished in the area of non-proliferation in the first term."

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29 de agosto de 2011

Varias ciudades norteamericanas caben en Los Angeles

¿Cuáles? Según el mapa: St. Louis, Milwaukee, Minneapolis, Cleveland, Boston, San Francisco, Pittsburgh, Manhattan.




Aquí la fuente.

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27 de agosto de 2011

¡Ouch!

The Economist publica este fin de semana un análisis de la economía mexicana. En una parte del texto, la revista compara a México con Brasil y señala lo siguiente:

In the early 2000s Mexico boasted Latin America’s biggest economy, measured at market exchange rates, but it was soon overtaken by Brazil, whose GDP is now twice as big and still pulling away, boosted by the soaring real. Soon Brazil will take the lead in oil production, which Mexico has allowed to dwindle. As Brazilians construct stadiums for the 2014 World Cup and the 2016 Olympics, Mexicans, who last year celebrated the bicentenary of their independence from Spain, are building monuments to their past (and finishing them late).


El subrayado en negritas es mío.

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